Primer post: Por qué jugamos

En el principio, fue el Juego de la Oca.

Sin más contexto, la afirmación no es muy acertada. Hay muchos, muchos juegos de tablero mucho más antiguos que el Juego de la Oca; sin ir más lejos, el ajedrez moderno ya acusa más de 1000 años. Y eso por no hablar del Go chino, cuya edad se calcula en 2000-2500 años. Y si vamos al dato histórico, el más antiguo según Wikipedia es el Senet, que la reina Nefertiti jugaba en las largas horas de su estío egipcio hace ya unos 6 milenios, y sin Farmville a la vista.

Pero como este es un blog muy personal, elijo a un clásico para pequeños que acompañó los albores de mi propia infancia, y que no pasa nunca de moda entre los niños justamente por su sencillez. La mecánica básica del Juego de la Oca, conocida en tierras sajonas como “roll & move”, que consiste simplemente en arrojar los dados y avanzar tantas casillas como éstos indiquen, forma parte del código genético de miles de otros juegos creados a lo largo de los años y difundidos por todo el mundo.

Es normal, y habitual, que los niños encuentren diversión en las cosas más simples. Los adultos solemos ser más críticos. “El Juego de la Oca es tonto, es pura suerte, ni siquiera es un juego” son algunas de las cosas que podemos escuchar de parte de la gente seria. Sin embargo, a la hora de sentarse a la mesa, la ilusión o emoción que anima a niños y adultos, aunque sus exteriorizaciones sean muy distintas, es en esencia la misma. No importa si hablamos del TEG, el backgammon, el truco o la canasta, todos ellos orientados más a “adultos”. La pulsión lúdica vino con la humanidad, y morirá con ella.

¿Cuáles son las razones? Aunque contraríe el título de este primer post, no intentaré ofrecer una explicación. Me imagino que unos minutos invertidos en Google podrán resultar en interpretaciones psicológico-biológicas muy interesantes. Por ahora lo mío es una pregunta más bien retórica. Me alcanza con referirme a la idea de que el ser humano está jugando en todo momento. El adulto en su ambición que escala a la par de sus negocios, no hace más que disfrutar de un juego de apuestas altas. El que se sienta pensativo frente a la pizarra para diseñar el próximo edificio de vanguardia, está reactivando habilidades y placeres similares a los que lo embargaban cuando consumía horas en el antiguo Mecano o en su jungla de Rastis o Mis Ladrillos. De hecho, pienso que la rutina y la insatisfacción que son moneda corriente en muchos trabajos modernos pueden estar asociadas a esta carencia básica, esta falta de desafíos y de gratificaciones, de esta cierta distancia balsámica que permite disfrutar de aquello que nos ocupa pero sin perder de vista que todo se trata, a fin de cuentas, de un juego. Y entonces la realidad toma otro color y se hace más llevadera y estimulante.

 

Hay juegos y juegos

La idea de este blog es compartir nuestras andanzas por el mundo lúdico y proponer nuevas experiencias que no son muy conocidas en nuestras pampas. En casa tenemos 2 niños y 1 niña de edades dispares, y siempre nos vemos frente al desafío de pensar actividades juntos. El foco pues será la familia, es decir que hablaremos de esos juegos que pueden ser disfrutados tanto por chicos como por grandes (y por ese motivo, aunque haya citado el Juego de la Oca para arrancar, deberemos decirle adiós). Dejaremos también de lado los juguetes. En principio, el objetivo es revitalizar desde estas columnas a aquellos juegos que llamamos ORGÁNICOS, es decir, no electrónicos, aunque también mencionaremos algunos muy interesantes que están disponibles para la PC. Adoramos la compu pero creemos, y esto será material de alguna entrada posterior, en la racionalización de su uso entre los niños. Por suerte, hay opciones “offline” más que atractivas, y que tienen la chance de cumplir una gama variadísima de funciones beneficiosas para una personita en crecimiento, entre ellas elementos de socialización, planificación, criterio, hasta apoyo escolar! y fundamentalmente, DIVERSIÓN.

Estas páginas son aptas para todo público. Esperamos que el lector disfrute conociendo cosas nuevas, que el conocimiento es un juego más donde los premios son muy reales.